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Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad.
3 comentarios:
El problema de las nubes de pedo es que si se larga a llover no va a caer agua precisamente.
Abrazo
jaaa, es verdad man, es verdad.
Vos tenés algo que a mi me deja en un pedo cerebral.
Eso sí, me di cuenta en menester que todos estemos en el mismo estado.
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