miércoles, 30 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad.
2 comentarios:
Bueno dale.
Abrazo
Es que la ansiedad hija de puta nos ganas a veces, no?
Bueno, a mi me pasa eso, pero comparto che, no más, o al menos aprendamos a que sean cada vez un poco menos seguidas.
Te quiero amigo! =)
Publicar un comentario